Lo que buscas en una película de Terry Gilliam es  fastuosidad, locura, barroquismo desbordante. En El imaginario mundo del Dr. Parnassus encuentras todo eso y un poco más. No es que el tráiler mienta, porque síes verdad que desde el comienzo este filme nos embelesa. Lo bueno es que ninguno de sus efectos termina siendo gratuito y se las ingenia para ofrecernos siempre un poco más.

Tampoco es para asustarse con moralejas excesivas o finales de autoestima. Lo que mejor hace es explotar el surrealismo y, sobre todo, el humor grotesco y desquiciado que Gilliam parece haber recuperado de su mejor época, la de Brasil, o las de los Monty Python si queremos remontarnos aún más.

Asusta un poco ver aparecer a Heath Ledger, en su última  inconclusa actuación. Ya con el transcurrir de la cinta uno se olvida de su desgracia y puede apreciar con detenimiento la versatilidad que lo caracterizó. Correctas son también las intervenciones de Depp, Law y Farrell; aunque destacan más por su carga sentimental. Christopher Plummer perfecto; Tom Waits un auténtico diablo, pero divertido; Verne Troyer, ácido e hilarante. Y para terminar, una mención especial a la bellísima Lily Cole (dos fotos suyas adornan este post), de la que hoy mismo me declaro admirador.

+ Valoración: 4/5